jueves, 12 de junio de 2008

LOS CONSUMIDORES, PROTAGONISTAS DEL DILEMA DEL PRISIONERO

En los últimos días estamos viviendo las consecuencias de la huelga de transportistas. Esta huelga está acarreando muchos problemas detrás, ya que no solo los transportistas están en huelga.

Como se ve en el vídeo, los pescadores y agricultores también lo están y lo estamos pagando los consumidores. El género no llega a las tiendas, el poco pescado que hay no sirve, los cultivos de verduras y frutas no llegan al mercado y por tanto la tienen que desechar.

Los transportistas tienen derecho a huelga y a reivindicar lo que necesitan como trabajadores, pero hay que admitir que la huelga nos está costando cara. Pero independientemente de que el género no llegue a las tiendas, los consumidores hacemos que esta situación sea mucho más dificil de aguantar.

Como sabíamos que el género escasearía en cuanto diera comienzo la huelga, la gente empezamos a comprar provisiones para una o dos semanas. En poco tiempo el género que guardaban las tiendas se terminó y ahora vemos escaparates y estanterías vacíos cuando vamos a comprar y lo poco que queda es mucho más caro. Si todo el mundo hubiera decidido colaborar, es decir, no comprar más de lo necesario, ahora aun quedaría comida en los comercios. Pero como era razonable pensar que todo el mundo iba a comprar en exceso, nadie quiso ser el desertor y ser él quien no comprara. Por tanto, nadie esperó que los demás colaboraran y todos terminamos comprando y agotando las reservas. Lo más racional hubiera sido mantener la calma, pero no conviene ser racional cuando nadie más lo es.

Por eso este es un claro ejemplo del dilema del prisionero y aquellos que decidieron no comprar ahora se verán con las nevera vacías.





Este es un fragmento del periódico ABC.es , de pocas horas espués de que comenzara la huelga

"Los huelguistas, que comenzaron esta medianoche el paro idefinido, piden al Gobierno ayudas que palíen la subida del precio del gasóleo, un 20,1% en lo que va de año, y exigen medidas para establecer un precio mínimo obligatorio para no tener que trabajar por debajo de los costes.Esta huelga está provocando en los ciudadanos temor a un posible desabastecimiento en todo el país, al que se suma el miedo generalizado a quedarse sin carburante, lo que ha colapsado las gasolineras. Sin embargo, el ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba ha lanzado un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que no va a haber tal problema, ya que el Gobierno ha dispuesto un "dispositivo excepcional".Las principales asociaciones de consumidores españolas han desaconsejado a los ciudadanos hacer acopio de productos y han considerado improbable que el paro produzca un desabastecimiento en los comercios. El sector hortofrutícola, sin embargo, está siendo uno de los más afectados, ya que la huelga coincide con el periodo de máxima comercialización y exportación de la campaña de verano."


Pues ya ven que no era probable el desabastecimiento, y resulta que en tres días ya no queda casi comida en los comercios, ni gasolina en las gasolineras... El caso es que era bastante previsible que iba a ocurrir esto, por lo menos aquellos que conocen el dilema del prisionero, seguramente, lo venían venir y creo que era mucho más probable que se produjera el desabastecimiento que tenemos hoy por hoy.







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